Partiendo de la idea de que muchos quieren, bueno, queremos, encontrar una pareja para pasar un buen rato, eso sí, sin ponernos cursis, pasarla bien, reír, disfrutar, ¡pero claro! ¡no estaría mal pasar a una segunda cita!
Hace días estaba sentada en la sala de mi casa conversando con mis “roommates” y llegamos a la conclusión de que podemos comparar lo que llamamos “echar los perros” con el cortejo y posterior apareamiento del reino animal. Observaremos dos fases:
- Fase 1: Escogiendo el objetivo: como escenario tenemos la típica reunión en casa de "X".
Para escoger el objetivo, observamos la manada, clasificamos los machos, tanteamos el terreno y escogemos la "presa" a atacar. Una vez fijado el objetivo pasamos a la fase dos.
- Fase 2: El "Pavoneo": con el objetivo definido tenemos que estar claras en que podríamos no ser las únicas hembras interesadas en él; nuestra meta: lograr obtener su atención. Para esto, debemos sacar nuestras plumas y, ¿qué son las plumas?, las plumas son nuestros encantos físicos. Ahora bien, una vez mostradas las plumas llega el momento del "pavoneo"; que no es mas que mostrar nuestros encantos, esas plumas brillantes y coloridas.... ¡grrr!
Etapas del pavoneo:
- Contacto visual: aquí es donde hacemos lo de "mirar hasta que volteen", mirar, quitar mirada, volver a mirar, mantener la mirada un segundo, quitar la mirada y así hasta lograr su atención. Recordemos que no es cualquier mirada, es sonreír con los ojos...
- Captar su atención: para esto solemos pasearnos por todo el lugar, caminamos de un lado a otro mostrando nuestro mejor andar, vamos al baño una y otra vez, nos acercamos a la cava a buscar hielo así tengamos el vaso full; todo esto para hacernos notar, ¡claro! hay que dedicarle pocos minutos a esto, tampoco es para colocarnos el cartel "DESESPERADA AQUÍ". Otra forma para atraer a la presa, es mostrando encantos que le sean llamativos y que los obliguen a acercarse, bailar en la silla es buena opción. ¡Ojo! Sentadas, sin hacer show.
- Acercamiento: cuando por fin logramos el acercamiento, no queda mas que pavonearnos y ¡atacar!. Ojo al dato: para que la presa no se escape debemos "morderlo" sutilmente en el área del cuello, sin hacer daño, es sólo para evitar su escape. Entiéndase esto como no mostrarse desinteresada ni muy agresiva. Recordemos que es una cosa casual y sólo para divertimos, así que... ¡A desempolvar esas plumas!
